Evelin Muñoz
Con la llegada del nuevo siglo, la región experimentó un giro a la izquierda: un cambio de orientación política que marcó un precedente en el proceso de elaboración e implementación de políticas públicas, incorporando –entre otras innovaciones- políticas de género y diversidad. En 2008, once países dentro de la región latinoamericana eran gobernados por mandatarios pertenecientes a partidos de centroizquierda o izquierda (Stokes, 2009). Este cambio de orientación trajo consigo numerosos debates dentro de la academia y la política en torno a las características, las particularidades, los movimientos, las coaliciones, la agenda política y los procesos políticos que desarrollaron cada uno de estos países. Asimismo, y pese a que es posible identificar variantes en la matriz de bienestar que desarrolló cada país, en Uruguay, la llegada del Frente Amplio (FA) benefició la incorporación de áreas temáticas a la agenda política que hasta ahora habían sido postergadas.