Etiqueta: marte; mujer y ciencia; Donna

La donna invisible

Mariela Genta

Para demostrar que más de una vez Donna Shirley necesitó coraje y determinación para continuar con su aventura personal, concluye con una confesión: “tengo colgada en mi pared una frase de Helen Keller que me inspira mucho. Dice: ‘la seguridad es más que nada una superstición. No existe en la naturaleza ni la experimentan los seres humanos. Evitar el peligro no es más seguro a largo plazo que arriesgarse. La vida es una aventura, o no es nada’.

“Cuando era joven me hubiera ayudado saber que el negocio espacial iba a ser real. Hubiese hecho cursos diferentes relacionados con la carrera espacial que me hubieran ayudado bastante”, advierte. Consultada sobre qué se llevaría a Marte, si puediera viajar personalmente al planeta rojo, para vivir un año allí, Donna elige oxígeno, agua, comida, un módulo de aterrizaje en el que además pudiera vivir, un traje espacial para poder salir, herramientas para tomar muestras y analizarlas, medicamentos, una radio para comunicarse con la Tierra, paneles solares para producir energía, libros y juegos de ordenador.

Está por publicarse su libro “Creatividad gerencial”, tiene una hija de 19 años, en invierno le gusta esquiar y en verano le gustaba ser mochilera en las montañas, aunque últimamente está muy ocupada para hacerlo. También toca la guitarra, escribe, canta canciones folklóricas y cursa clases de teatro, geología, gerencia y ruso.