LA    DONNA   INVISIBLE

Artículo de la revista  Nº 25 

"Soy la directora del programa de exploración en Marte. Me encargo de 3 proyectos de vuelo y del estudio de los futuros proyectos a Marte".

Así comienza la página de Donna Shirley en Internet: "Tengo un postgrado en Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de California y trabajo a diario con científicos que tratan de entender el planeta y buscan la tecnología indicada sin un costo económico excesivo". Esta donna invisible para la prensa uruguaya informa que en un día típico de su vida, asiste a muchísimas reuniones. "Escribo planes para quienes conducen nuestros diferentes programas y los comunico entre sí. Siguiendo las mismas prácticas es más barato y más eficiente." 

Esta experta en robótica, que tiene 30 años de experiencia en sistemas aeroespaciales -incluyendo 20 como Directora- es también periodista y difusora del proyecto. Pasa muchas horas diarias atendiendo las consultas de los medios de difusión y hace unos meses dio una charla para 1500 mujeres en la Conferencia Internacional para Mujeres en Tecnología, en el norte de California.

En su página, Donna agrega que actualmente pasa mucho tiempo trabajando en el Jet Propulsion Laboratory (JPL). Entre otras cosas trabaja con la gerencia en formas "nuevas y más justas para determinar el sueldo de las personas"

Más adelante confiesa que en su juventud, la matemáticas era su peor materia, algo que ya le pasó a Einstein. "De todos modos yo sabía que la tenía que aprender para ser ingeniera". Su historia con Marte comenzó hace mucho tiempo, desde 1966, cuando llegó a la JPL a trabajar como aerodinamista y desde allí intentó "buscar formas de aterrizar en Marte sin riesgos ni fallas".

"En el liceo era considerada distinta porque cursaba dibujo mecánico en lugar de economía doméstica. Cuando fui a inscribirme a la Universidad el consejero me preguntó: ‘¿qué hace usted aquí?’. Le contesté: ‘me vengo a inscribir en el curso de Ingeniería Aeronáutica’. De inmediato me advirtió que ‘las mujeres no pueden ser ingenieras’. Pero yo insistí: ‘claro que puedo’, le dije. Y lo hice: soy ingeniera."

Respondiendo a una pregunta que nadie le hizo, pero que todas las mujeres se formulan alguna vez, Donna sostiene que se debe "trabajar duro y ser muy buena en el trabajo. Es cierto que las mujeres deben esforzarse más en su trabajo que los hombres para obtener los mismos resultados. Por ejemplo hay más hombres que mujeres en cargos de dirección o gerencia. Considero que las cosas se van a ir igualando a medida que más mujeres lleguen a nivel gerencial. Yo empleé 4 personas desde que estoy a cargo del proyecto: 3 son mujeres y 1 es un negro. No los empleé por eso, sino porque eran los más aptos para el trabajo."

Está por publicarse su libro "Creatividad gerencial", tiene una hija de 19 años, en invierno le gusta esquiar y en verano le gustaba ser mochilera en las montañas, aunque últimamente está muy ocupada para hacerlo. También toca la guitarra, escribe, canta canciones folklóricas y cursa clases de teatro, geología, gerencia y ruso.

"Cuando era joven me hubiera ayudado saber que el negocio espacial iba a ser real. Hubiese hecho cursos diferentes relacionados con la carrera espacial que me hubieran ayudado bastante", advierte. Consultada sobre qué se llevaría a Marte, si puediera viajar personalmente al planeta rojo, para vivir un año allí, Donna elige oxígeno, agua, comida, un módulo de aterrizaje en el que además pudiera vivir, un traje espacial para poder salir, herramientas para tomar muestras y analizarlas, medicamentos, una radio para comunicarse con la Tierra, paneles solares para producir energía, libros y juegos de ordenador.

Para demostrar que más de una vez Donna Shirley necesitó coraje y determinación para continuar con su aventura personal, concluye con una confesión: "tengo colgada en mi pared una frase de Helen Keller que me inspira mucho. Dice: ‘la seguridad es más que nada una superstición. No existe en la naturaleza ni la experimentan los seres humanos. Evitar el peligro no es más seguro a largo plazo que arriesgarse. La vida es una aventura, o no es nada’.

Mariela Genta