Entrevista de Lucy Garrido a Beatriz Ramírez

Cotidiano Mujer Nº34
Año 2001

Como integrante de la comunidad negra latinoamericana, ¿cómo valorás lo alcanzado en la conferencia que se hizo en Chile?

El resultado fue altamente positivo. Primero porque nos permitió tener una visión global de la realidad, y segundo, porque nosotros íbamos a buscar una incidencia, una participación y una incorporación de los temas que veníamos reivindicando: y fueron plasmados. Incluso más de lo que suponíamos.

¿Y como uruguaya?

Creo que Uruguay tuvo un muy buen papel porque fue la delegación mayor numéricamente y la cercanía también nos permitió...

¿Hubo más uruguayos que brasileros?

Si, y no sé el motivo de por qué de Brasil fueron pocos. Nosotros consideramos que hicimos un proceso de preparación previo de dos meses, trabajando con las compañeras y compañeros como para poder tener una participación y tener un mayor alcance sobre los temas nuestros y bueno, dio muy buenos resultados.

¿Y como mujer negra?

Como mujer negra no sé si fue como hubiéramos querido... Creo que eso nos demuestra, una vez más, que aún necesitamos fortalecer mucho, tanto los aspectos organizativos como los de contenido: ser más precisas en las reivindicaciones y en los planteos. Fue un gran logro que pudieran participar entre 15 y 18 compañeras, la primera vez que las mujeres negras pueden participar en un ámbito internacional como este. Entonces, desde ese punto de vista fue superbueno porque salimos de lo cotidiano o lo nacional, y vimos cómo se trabaja en un ámbito internacional. Pero claro, faltaba saber cómo pararse frente a una conferencia y creo que para todas nosotras, incluida yo, todavía tenemos mucho que avanzar.

Y en el documento de Uruguay ¿qué pasa con las mujeres negras? ¿Porqué no se reflejó más fielmente el trabajo que ustedes han hecho?

Y bueno, yo creo que también tiene que ver con las formas discriminatorias que existen en todos los ámbitos, la discriminación cruza a negros y blancos, hombres y mujeres. Es cierto que quizás muchos de los logros que tuvimos como movimiento negro, (más allá de la organización Mundo Afro, como instrumento fundamental de todo esto) tiene que ver mucho con el sector de las mujeres. Pero a la hora de plasmarlo en el papel creo que no fue del todo fidedigno, o nosotras no hicimos la suficiente presión, porque también en estas cosas hay que ser autocrítica para reconocer que necesitamos tener una presencia más a la ofensiva, más permanente. Si nosotras en determinados espacios no estamos y no ejercemos presión, sabemos que todavía, lamentablemente, los temas no aparecen.

¿Cuál es el aporte de la Red de Afro-americanas de América Latina y el Caribe en estas conferencias?

La red creo que ha tenido un aporte interesante en informar. Pero creo que podría jugar un papel mucho mayor, de mayor incidencia, de mayor alcance. Pero bueno, también tiene que ver con el proceso e historia de esta red, que no deja de haber sido un gran logro, pero a la que todavía le cuesta funcionar como red. Me parece que le falta una cuestión de contenido político, de análisis ideológico-político porque creo que esa ausencia genera que, de alguna manera, hoy se aboque a una cosa y mañana se aboque a otra y que no tenga una línea conductora que permita decir "Bueno, este es el camino de la mujer negra, estos son los objetivos o las metas" y la red poder hacer ese papel de conectar, de articular, de pasar la información pero no solamente en un plano formativo y conductor, en el buen sentido de la palabra. Desde la horizontalidad pero conductor porque, bueno, pienso que una red, sobre todo una red de estas características podría hacer un papel super bueno.

¿Cómo creés que será el proceso de acá a Sudáfrica?

Creo que es un proceso difícil porque, las situaciones no han sido del todo de las mejores pero pienso que puede ser importante, y que este camino que estamos haciendo de analizar y de ver, nos significa un fortalecimiento también y llegaremos a Sudáfrica con las propias características de un movimiento negro, de mujeres de un movimiento negro, de latinoamericanas, que bueno, no estamos en las mejores condiciones frente a Europa, frente a Asia, frente a la misma Africa. Yo me enteré en el día de ayer, por ejemplo, que Africa va pedir "reparaciones" a los gobiernos europeos pero también a los gobiernos latinoamericanos porque los gobiernos latinoamericanos sustentaron sus estados a partir del tráfico de esclavos.

No solamente con los esclavos...

No solamente, pero una de las grandes puntas de la conformación de los estados en estos países fue el tráfico de esclavos, desde el punto de vista financiero. Entonces, frente a eso, vemos que la diversidad es interesante.

¿Y cómo ves el tema de la reparación en Uruguay?

Nosotros lo hemos conversado mucho desde Mundo Afro, desde el movimiento: yo creo que las cosas hay que traducirlas de alguna manera a las características del país, creo que nosotros, en Uruguay, podemos tener logros interesantes a partir de la conformación de acciones afirmativas, traducidas en políticas públicas que, de alguna manera, generen cambios para el sector de mujeres y hombres negros. Hay una receptividad interesante. Evidentemente se debe a la cultura de este país y a que cada vez se reconoce más como un país diverso, viene mejorando... Falta de alguna manera plasmar qué es lo que nosotros queremos y cómo lo vamos a lograr.

¿El tema no pasa por "Te doy un cheque porque sos negro" sino por una reparación de carácter político que debe traducirse en políticas concretas?

Sí, sí, sobre todo a partir de los indicadores que muestren la realidad social y económica de la colectividad negra. Creo que la reparación a nivel económico la ha planteado mucho el movimiento negro de Estados Unidos, lo viene planteando desde hace muchos años. Nosotros nunca estuvimos muy de acuerdo, también tenemos nuestros reparos en cuanto al tema de las cuotas, hay que analizar muy bien, pero bueno, son temas a trabajar, porque son temas nuevos de alguna u otra forma.

¿Cómo ves a las feministas blancas vs. las feministas negras en este proceso de la Conferencia?

Hemos tenido avances. Creo que las feministas blancas y las feministas negras, aparte de dialogar y compartir formas, también necesitamos trabajar más juntas, complementarnos de forma responsable en esto. Nosotras, las mujeres feministas negras, fundamentalmente en el Uruguay (no me quiero meter sobre lo que suceda en otros países) hemos pasado un proceso, hemos hecho un tiempo que en un momento nosotras demandamos, de reconocimiento y de trabajar nuestras necesidades. Pienso que estamos en otro momento, que también el movimiento feminista está en otro momento, ha hecho un proceso de análisis y de reconocer las diferencias que en otro tiempo era tan difícil y bueno, creo que el tema es cómo vamos a trabajar de aquí en más.