Y Tabaré vetó

Y finalmente Tabaré Vázquez vetó el proyecto de Salud Sexual y Reproductiva (que incluye la posibilidad de interrumpir voluntariamente un embarazo en las 12 primeras semanas). Lo vetó, acompañado de la sola firma de la Ministra de Salud, Mª Julia Muñoz, que afirmó hacerlo, entre otras cosas, por razones de "lealtad".

Nueve Ministros y Ministras del Gabinete se negaron a respaldar al Presidente en su decisión de vetar siguiendo sus propias convicciones.

El Presidente vetó un proyecto que había sido aprobado por las dos Cámaras del Parlamento y apoyado por el 63% de la ciudadanía en encuestas recientes. De esa manera dió la espalda por un lado a la voluntad de uno de los tres poderes del Estado y por otra a ciudadanos y ciudadanas que una y otra vez expresaron la necesidad de contar con una ley similar.

El veto, del latín "yo prohibo", viene a frenar, de esta manera, una ley que atendía los problemas centrales de la sexualidad de hombres y mujeres y respetaba la voluntad de las mujeres para decidir sobre su propio cuerpo. Volvería a regir la ley de 1938.

Pero esta historia no terminó. Queda la difícil instancia, aunque no imposible (se necesita 3/5 de los presentes) del voto en la Asamblea General para levantar el veto.

Queda también la firme voluntad de que - en caso que todo falle - volver a presentar una otra ley de esta naturaleza en la próxima legislatura.

Porque debe saber el Sr. Presidente que lo que no va a pasar es que nos cansemos.